El Dualismo Cartesiano Según Descartes.

Descartes fue quien le dio una forma definitiva al dualismo en su variante interaccionista.



 



Descartes no rechazaba las explicaciones fisicalistas, pero consideraba que la posibilidad de ofrecer esta clase de explicaciones chocaba con obstáculos insalvables cuando se intentaba explicar la naturaleza de los fenómenos mentales. Este filósofo estaba impresionado por ciertas capacidades humanas, como el uso correcto del lenguaje en situaciones muy disímiles o nuestras capacidades de razonamiento, en especial, el razonamiento matemático. Consideraba que estas actividades eran tan radicalmente diferentes de las que podían observarse en la naturaleza, que no podía existir una explicación común para ambas. Estas diferencias, conjeturó, sólo podían explicarse si se postulaba un género especial de sustancia para los seres humanos: la sustancia pensante.


Las sustancias se caracterizaban, para Descartes, por poseer propiedades de las que no podrían carecer y seguir siendo las mismas sustancias.


Distinguió entonces dos clases de sustancias: La res extensa o sustancia física, y La res cogitans o sustancia pensante. La propiedad característica de la primera era la extensión, es decir, el ocupar lugar en el espacio y en el tiempo,



Mientras que la característica de la segunda era el pensar.

La sustancia pensante constituiría, en su opinión, una unidad individual de elementos mentales radicalmente distinta de la sustancia material, con la cual, no obstante, mantendría interacciones causales. Podría dudar acerca de todo, menos sobre su propia existencia como ser pensante.



La explicación que se propuso de cómo dos sustancias tan disímiles podían mantener interacciones causales fue sostener la existencia de un lugar de interacción entre las dos sustancias, -la glándula pineal- a través de la cual la mente podría influir sobre el cuerpo por medio de los humores o espíritus animales, que fluirían por los canales nerviosos.


Esta respuesta de Descartes se ha considerado ampliamente como insuficiente, más allá de que la glándula pineal no tiene la función que él le atribuyó.




Bibliografía -Fernández Acevedo, Gustavo (2021). El problema mente-cuerpo. Manuscrito.