Beyond the Pleasure Principle

Muerto estoy!

El desconfío o poliladron era un juego de cartas muy popular en la década del 90. Lo jugábamos en el colegio los días que llovía y nos tocaba “salón”. Era el momento de la digestión, después de una larga jornada de materias extraprogramáticas y un almuerzo a elección entre varias opciones de comida chatarra.


El ladrón, quien poseía el Ancho de Bastos, te guiñaba el ojo e inmediatamente terminaba tu participación en el juego. Solo restaba esperar que el policía, con su filosa espada descubriera al malhechor en el acto, infraganti.

Las probabilidades de cargar con las responsabilidades de tomar un rol activo en el juego era directamente relacionada a la cantidad de amigos que se sumaban al mismo.    

 

Tiempos que a la distancia parecen sencillos, pero que en su momento, tuvieron grandes cargas de movimientos libidinales. En caída reciente a los mundos de significantes creando al Deseo, que son todos lo deseos al mismo tiempo, que es el otre en reflejo, la perdida de la objetividad-


Si usted es una sombra, lo seré yo también. Alejandro Dolina - Lo que me costó el amor de Laura.




Y para que éste Efímero Blog pueda ver de reojo a la posteridad, te compartimos una obra que tiene todos los boletos para serlo. 


Vivir solo cuesta vida!