Ser-entre-otros

 Nos hicieron creer que cada uno de nosotros es la mitad de una naranja. John Lennon.

 



Creo que nuestro ser alcanzó esa totalidad, al comienzo del cuento.  Cuando estructuramos los cimientos del entendimiento, al ser parte de un gran sistema natural que trabaja para desarrollarnos.


Ya de nacidos, para sobrevivir necesitamos de ese Otro para la subsistencia, una difícil diferenciación de quienes somos y el con-texto. Una dialéctica orgánica entre estímulos internos y externos, que simula el equilibrio del vientre. Las fallas necesarias en las satisfacciones de las demandadas van dando lugar a esa falta. Es lo que al conejo, de la zanahoria separa.





Desde ese vacío es “cuando comenzamos a nacer”La falta es imposible de llenar. Y buscamos en personas y objetos saciar un estado propio de una configuración ya vivida de entendimiento. Entramos en un ciclo, de búsqueda donde el bolonqui circundante de la existencia, que también se organiza como parte de un todo, nos brinda muchas posibilidades de encuentro.



Creo q tenemos muchos comportamientos  pertenecientes a cierta naturaleza del ser. Respuestas al mundo, propias de estructuras neuronales, originadas en las primeras etapas del desarrollo evolutivo.


Pienso que el secreto para evitar que el universo de cosas nos conduzca a la constante persecución es entender-nos en situación, con lo que tenemos y desde donde estamos.